Sociedad

7 de agosto: San Cayetano, el santo del pan y del trabajo que une fe y esperanza en tiempos difíciles

Cada 7 de agosto, miles de personas en Argentina y en distintos rincones del mundo celebran a San Cayetano, uno de los santos más queridos y convocantes del calendario católico. Patrono del pan y del trabajo, su figura cobra especial relevancia en contextos marcados por la incertidumbre económica y la falta de empleo.

7 de agosto de 2025 - 09:36 hs.

En Buenos Aires, la tradicional peregrinación al santuario de Liniers reúne a fieles que caminan durante horas para pedir o agradecer por salud, trabajo y sustento. Pero la devoción no se limita a la capital: parroquias de todo el país, incluida la región de Cuyo, organizan misas, procesiones y momentos de oración colectiva. En la Villa de Merlo y alrededores, también hay espacios donde se recuerda su figura y se reza especialmente por las familias más afectadas por la crisis.

¿Quién fue San Cayetano?
San Cayetano de Thiene nació en Italia en 1480. Fue sacerdote, reformador y fundador de la orden de los Teatinos. Dedicó su vida a ayudar a los más necesitados, promoviendo una Iglesia más humilde y cercana al pueblo. Murió en Nápoles en 1547 y fue canonizado en 1671 por el papa Clemente X. Su devoción se expandió a América Latina y encontró en Argentina un lugar especial, sobre todo entre los trabajadores.

Fe que se actualiza
“Le pedimos trabajo, pero también fuerza para seguir adelante”, suelen decir quienes se acercan a su imagen. La celebración de San Cayetano no solo reúne a creyentes; también es un símbolo social de lucha colectiva, dignidad y esperanza. En muchos barrios, su figura inspira acciones solidarias, comedores comunitarios y ollas populares.

Otros santos que se recuerdan el 7 de agosto:

San Donato de Arezzo, obispo y mártir venerado en Italia.

San Alberto de Sicilia, monje benedictino.

Beato Vicente de L’Aquila, franciscano italiano del siglo XV.

En definitiva, el 7 de agosto se transforma cada año en una jornada que trasciende lo religioso. San Cayetano sigue siendo una figura de unión y consuelo para quienes, en medio de las dificultades, no pierden la fe ni la esperanza.

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