Claudio Poggi, junto a su gabinete, participó de la misa por el Día del Trabajador

Esta mañana se celebró la misa por el Día del Trabajador en Villa de la Quebrada con la presencia del gobernador Claudio Poggi, su esposa Sandra Correa; vicegobernador Ricardo Endeiza; intendente Gastón Hissa y todos los ministros del gabinete. Se trasladaron especialmente a la localidad que en estos días recibe a miles de fieles católicos y devotos que el próximo viernes van a venerar al Cristo en su día. La intendenta comisionada local, Rosa Calderón los acompañó.

“Pidámosle a San José lo que necesitamos, como dice el Papa, la oración es el alimento de nuestra fe, así que pidamos más trabajo en nuestro país, pidamos que haya pan en cada mesa, que con fortaleza podamos llevar adelante los desafíos de la vida, que la paz reine en nuestros corazones y en nuestras vidas. Que él, que es el patrono de toda familia, nos ayude también junto con María la Virgen y con el Señor a vivir como una gran familia sirviendo a los demás y con esperanza. Como dice el Papa, no nos dejemos robar la esperanza, es lo peor que nos puede pasar”, dijo el padre Mauro Quevedo durante la homilía.

Tras la misa que se ofició en la explanada de la capilla,  se realizó la procesión alrededor de la plaza con la imagen de San José Obrero.

“En este día deseo saludar a todos los trabajadores de San Luis, a quienes tienen trabajo y a quienes no lo tienen y lo están buscando, y el pedido a San José de que nos proteja. Pronto encontraremos juntos las oportunidades para salir y el mejor rumbo para San Luis”, manifestó Poggi en declaraciones que reprodujo la ANSL.

Y dijo: “El trabajo ordena. Cuando hay trabajo se ordena la familia, se ordena el barrio, se ordenan las comunidades. Su generación es mi principal obsesión como gobernador”.

“Soy un hombre de fe, un cristiano de fe y soy muy optimista de cara al futuro. Como nos dijo el padre en su homilía, no nos dejemos robar la esperanza; soy un esperanzado por naturaleza y todo lo que viene va a ser mejor”, expresó.

Al final el gobernador saludó a vecinos, recibió sus pedidos y se sacó fotos con ellos.