Una motocicleta papal se subastará para financiar proyectos solidarios

Durante la audiencia general, el Pontífice se subió brevemente al asiento de la moto, la bendijo y firmó frente a los aplausos de los motociclistas. La iniciativa combina la pasión por las motos con la fe cristiana y la solidaridad, reforzando el compromiso del grupo con obras benéficas.

La motocicleta no permanecerá en el Vaticano: será subastada el próximo 18 de octubre en Múnich. Los fondos recaudados se destinarán a la ONG Missio Austria, que los utilizará para apoyar programas educativos y humanitarios para niños en situación de explotación laboral en Madagascar.

“El propósito de la peregrinación no era solo divertirse y ver al Papa, sino también ayudar a los más pobres entre los pobres”, explicó el P. Karl Wallner, director de Missio Austria.

El diseño de la BMW R 18 fue realizado por la compañía alemana Witzel, con detalles como el escudo papal sobre el carenado, el nombre del Pontífice en el depósito y la bandera del Vaticano, reforzando el carácter simbólico del regalo.

El club Jesus Bikers cuenta con más de 100 miembros alrededor del mundo, y su filosofía combina la fe cristiana con la pasión por el motociclismo. Entre sus integrantes hay incluso un motociclista protestante, lo que evidencia la diversidad e inclusión del grupo.

No es la primera vez que los Jesus Bikers realizan este tipo de iniciativas: en 2019, el Papa Francisco recibió una motocicleta blanca que también fue subastada con fines benéficos, y en 2013, tres Harley-Davidson y una chaqueta de cuero recaudaron más de 350.000 dólares para obras de caridad.

La bendición del Pontífice simboliza la unión entre fe y acción social, destacando la labor solidaria de la comunidad motera cristiana y convirtiendo la entrega de la moto en uno de los momentos más originales del Jubileo de la Esperanza en Roma 2025.