Policiales
Asalto en Los Molles: Marco Lino Raffaeli, único detenido
Basilio Weretka y Graciela Liliana Desillo se mudaron a San Luis en busca de una mejor calidad de vida, más tranquila que la que llevaban en Buenos Aires. Tras jubilarse, adquirieron una propiedad a cien metros de donde comienza el camino hacia el camping El Talar, en Los Molles, pero antenoche, dos delincuentes les arrebataron […]
26 de junio de 2023 - 09:34 hs.
Basilio Weretka y Graciela Liliana Desillo se mudaron a San Luis en busca de una mejor calidad de vida, más tranquila que la que llevaban en Buenos Aires.
Tras jubilarse, adquirieron una propiedad a cien metros de donde comienza el camino hacia el camping El Talar, en Los Molles, pero antenoche, dos delincuentes les arrebataron ese proyecto de paz: armados y encapuchados, los asaltantes los amenazaron, maniataron y golpearon, y les robaron 150 mil pesos y 500 dólares que habían ahorrado para una operación a la que el hombre debía someterse la semana entrante.
Este domingo a la tarde, la Policía hizo un allanamiento en una vivienda de Merlo y halló documentación y los teléfonos celulares de las víctimas. Quien los tenía sería el líder de una banda criminal que opera en el norte de la provincia y estaría relacionada con otros robos. Quedó detenido.
Según denunciaron, Weretka y Desillo, de 67 y 65 años, miraban televisión cuando fueron sorprendidos, cerca de las 20:30 del sábado, por dos encapuchados que ingresaron por la puerta principal de su casa. Los encandilaron con una linterna, amenazaron e hicieron un disparo que impactó en una silla del comedor. Luego, los ataron de manos y pies, boca abajo en el piso.
Según Miriam, una de las hijas de la pareja, contó que su madre es paciente oncológica y que su padre padece una afección cardíaca por la que debía ser intervenido en Buenos Aires la próxima semana. Por eso había ahorrado el dinero que tenían, que los delincuentes se llevaron junto a las alianzas de boda, sus teléfonos y las llaves de su vehículo. \”Revolvieron absolutamente todo, hasta las cosas del freezer y los tuppers\”, refirió la mujer.
Mientras uno de los maleantes revisaba la propiedad, algo que le demandó más de una hora, el otro se dedicó a amedrentar y golpear a las víctimas, tanto así que Weretka debió rogarle para que no pateara más a su mujer. Luego de que se marcharan, el hombre logró desatarse y acudió a pedir ayuda a una casilla policial ubicada en el ingreso al camping El Talar, desde donde dieron aviso a la Subcomisaría 19ª de Carpintería, pasadas las diez de la noche.
La hija de la pareja también comentó que los ladrones les dijeron cosas a sus padres que dieron cuenta de que los habían estado vigilando. También, que no habrían actuado solos y que hubo al menos una tercera persona que pasó a buscarlos en un auto.
La Policía actuó rápido. Según supo este medio de una alta fuente de la fuerza, investigadores de la Unidad Regional 3 ya contaban con un informe de inteligencia por asaltos anteriores en localidades de la Costa de los Comechingones con varios sospechosos identificados, entre ellos su presunto líder, Marco Lino Raffaeli, quien el domingo a la tarde quedó detenido tras un allanamiento en su domicilio del barrio 131 Viviendas de Merlo, donde hallaron los teléfonos de la pareja, parte de su documentación, las llaves del auto y dinero.
Si bien el dato no fue confirmado, los investigadores habrían llegado hasta allí tras hacer un rastreo de uno de los celulares mediante una aplicación.
El procedimiento comenzó antes del mediodía, pero concluyó con la detención cerca de las 17:45, ordenada por el fiscal Néstor Zudaire, quien interviene en el caso junto a la fiscal adjunta Sandra Aguirre, quien estuvo en la escena de la requisa con el jefe de Policía, comisario general Hernán Soloa, y varias autoridades de la Unidad Regional 3, del Departamento de Investigaciones y de la Subcomisaría 19ª de Carpintería.
Pero no es la primera vez que Raffaeli está bajo la mira de las autoridades. Según trascendió, su casa ya habría sido requisada en al menos dos oportunidades por otros hechos de robo e incluso fue detenido.
La principal sospecha es que el hombre de 37 años habría cambiado su modalidad delictiva en el transcurso de los años hasta asociarse con otros vecinos de la zona para formar una banda dedicada a trabajos de inteligencia, planeación y ejecución de asaltos a personas de localidades vecinas, que bien sabían que tenían ahorros o bienes de valor.
Para no entorpecer futuras medidas, este medio no difundirá datos sensibles de esa organización, que estaría integrada por al menos otros seis miembros directos y ocho personas relacionadas con otras funciones dentro de la misma.
Fuente: DLR